Spem magnam in rebus adversis semper adhibeo

jueves, 12 de enero de 2012

Del insomnio al oído


Mañana hará un frío que de seguro querrá atarte a tu cama y si el deber es tan fuerte como el refugio mismo que el sueño crea, entonces te pondrás en pie para luego toparte con el protocolo del “buenos días… ¿qué tal? ¡qué la pasés bien!” y de allí saldrás de tu casa a prisa como si el tiempo te persiguiese, a recorrer las calles solo, cautivamente, entonces tal vez un tropiezo inédito o un choque concurrido te haga recordar que a pesar de ser el mismo cuento hace un buen tiempo pasaste de página. Y de repente llegarás allí donde se supone que tenés que estar, y ahora estás, y te ves y ni te percatás de lo mismo y se te van las horas casi sin percibirlas y va de nuevo pero ahora en reversa y una vez en casa todo se mueve y aún así nada cambia y te decís que no está mal pero que algo falta y entonces recaés en los impedimentos que espantan tu valor para salir de nuevo y la apatía te abraza y ya no irás tras eso que no sabés aún cómo llamar y sin embargo tenés siempre presente y la evasión regresa, la luz tenebrosa se dispara y mi voz te alcanza y allí tratás de pensar entonces en los deberes mal designados, los domingos por la tarde entre las cinco y las seis, la película aún pendiente, la carencia en vela, Proust y el fluir de la consciencia, el por qué de tanto sueño fallido, lo que has olvidado pero ahora regresa, la vida que pasa y se está yendo de hecho en este mismo instante…se fue. Y todo ese pensar es inútil, son sólo ideas que duran lo que dura su lectura, volvés a la nada y después murmurás “es tarde” y ya no querés pensar más y sin embargo seguís hilvanando entre las horas y estás totalmente inerme y querés silenciarme pero ya no podés, luego bostezás entre tanto miedo, te das la media vuelta y te crees casi durmiendo y dentro de ese pequeño engaño me escuchás diciéndote todo esto y allí recordás que aún no te has dormido, que nunca lo has hecho y que el alba cumpliendo su ronda está a punto de llegar.


Obra: ABCD. Hausmann