Spem magnam in rebus adversis semper adhibeo

lunes, 4 de abril de 2011

Sentence

L’absence ne garantie pas toujours l’oubli. L’oubli est un état endormi de la mémoire, son sommeil léger et l’absence, déjà présente, parfois nous réveille et c'est là qu'on oublie qu'on a oublié car tout revient…et on s’en souvient.

La ausencia no siempre garantiza el olvido. El olvido es un estado adormecido de la memoria, su sueño ligero y la ausencia, estando presente, a veces nos despierta y justo allî olvidamos que hemos olvidado porque todo regresa….y uno se acuerda.

Obra: Magritte: Mémoire

martes, 1 de marzo de 2011

Sobre el héroe caído

Los ciclos son irremediablemente puntuales, las hazañas no muchas. La ironía es la reina del cinismo y le encanta abofetear. Sin embargo, mi consuelo hoy sale al paso y me recuerda que uno no recibe más de lo que no pueda soportar.

Si de golpes se trata, la gama se desliga de cualquier preferencia: predestinados, rebuscados, merecidos, de acero, de estado, injustos, al aire, a la ligera y sin gracia. A veces, es lo que toca, otras en tela de duda queda. Yo, tiendo sola a inclinarme, a encorvarme, a poner mi mejilla sin que nadie lo pida, para recibirlos sin reproches, tal mártir en su tiempo. Sí, nunca he negado mi afición por los héroes caídos o quizá solamente me encanta acechar la sombra del masoquismo mismo.

De seguro mi diseño quebró el molde, es ejemplar único, que amortigua y resiste cualquier tipo de golpe que me quiera lastimar, permitiéndome seguir sino en pie al menos tambaleando.

En fin, el que juega con fuego se llega a quemar pero a veces sólo el dolor nos hace más fuertes y si eso es lo que hay, si es producto propio o ajeno, si es la vida la que se empeña en enseñarnos quién sabe qué y hasta quién sabe cuándo, yo al menos, admito que hasta la fecha rondo la ignorancia, mi tiempo tiene prisa y no cesa de reclamar.

No hay letras si no hay un corazón violento que late… Sin embargo, el acertijo sigue cautivo y así, sea cual sea la autoría u origen de esos giros insolentes, no hay culpas ni inocencias que dictar. Entonces, para descifrarlo sólo queda por decir: ¿y ahora quién nos podrá ayudar?


Obra: Vladimir Kush, Play with fire.